La literatura en el cómic: algunas adaptaciones literarias a los tebeos

El viernes 16 de septiembre de 2022 participé, con la ponencia que os voy a resumir aquí, en los Cursos de Verano de las Universidades Navarras que se celebraron en el marco del XIII Salón de Cómic de Navarra. El curso en el que se incorporó mi charla llevaba por título «Relatar con viñetas: historia, literatura y cómic» y buscaba reflexionar cómo el cómic ha interactuado con la historia y con la literatura y sus posibilidades como medio independiente y también con una mirada puesta en las posibilidades educativas del cómic que, sin duda, son muchas.

El Salón de Cómic de Navarra, lo poco que pude disfrutar de él, me parece fantástico. Está deslocalizado, por lo que se pueden encontrar cosas en muchos sitios de toda Navarra y el Palacio del Condestable, una de las sedes, es un espacio fantástico.

Resumiré (y ampliaré) a continuación algunas ideas y tebeos mostrados en mi breve intervención que llevó por título «La literatura en el cómic. adaptaciones al medio» y con la que propuse ojear y hojear algunos cómics que han adaptado, interpretado, versionado (como queráis) obras literarias de maneras muy diferentes.

La selección de tebeos de la que hablé buscaba ver diferentes vías a la hora de utilizar una obra literaria para generar una nueva obra por medio del cómic. Intenté que hubiera de todo (teatro, poemas, novela…) y que pudiéramos ver lenguajes diferentes a los habituales y también variedad en cuanto al origen de los autores. Es importante también decir que son los que me he leído. Seguro que se podrían haber incorporado otros más, pero estos son los que me he podido leer. Al final, abajo del todo, planteo alguna conclusión al respecto.

Rebuscando un poco entre los orígenes del medio

Lo primero que pensé es en tratar de averiguar cuál fue el primer cómic que adaptó una obra literaria. Pensé que me iba a costar más, así que o es muy obvio o me he equivocado. Aun así el siguiente trabajo me parece muy pertinente para estudiar tanto el medio como una primera adaptación literaria.

«Histoire de Monsieur Jabot» (1831) es un cómic del considerado padre del cómic Rodolphe Töppfer (1799-1846), del que podemos decir que fue no solo el primer cómic que adapta una obra literaria sino incluso que es el primer cómic publicado. Töppfer ya había dibujado «Los amores de Monsieur Vieux Bois» en 1827 pero lo publicó después. De «Histoire de Monsieur Jabot» se realizaron unas 500 copias en 1833 que se distribuyeron entre los amigos del autor, en Ginebra (Suiza).

Este trabajo es una versión o adaptación de «El Burgués Gentilhombre» (1670) de Molière (1622-1673). Ambos trabajos tienen como protagonista a un pequeño burgués (Monsieur Jourdain en la obra de teatro y Monsieur Jabot en el cómic) que trata de escalar hacia la alta aristocracia acercándose a algunas personas de un círculo que no es el suyo para ganarse sus favores y poder pertenecer a su entorno. Si sabéis francés o, de todos modos, queréis ojear este cómic podéis verlo aquí: https://bibliotheque-numerique-romande.ch/ebooks/pdf4/topffer_histoire_m_jabot.pdf

Después de hablar y mostrar este trabajo di el salto (sin liana) a Tarzán lo que me permitió hablar un poco de que fue a través de la prensa escrita como se podía acceder al cómic. Las tiras de prensa primero y las páginas dominicales después permitían que las aventuras de distintos personajes pudieran entrar en las casas de los lectores antes de que se «inventara» el comic-book.

«Tarzán de los monos» (1912) es un relato escrito por Edgar Rice Burroughs (1875-1950) en las llamadas «pulp fiction» (revistas baratas hechas con un papel pulposo amarillento). Bueno, pues Burroughs fue un escritor muy inteligente que consiguió que la revista («The All-Story») no se quedase con todos sus derechos de autor por lo que el escritor pudo negociar y gestionar las obras derivadas, lo que le permitió no solo ganar más dinero o que ese dinero no se lo quedasen otros, sino que iba a controlar en qué medios se iba a adaptar su obra.

«Tarzán» va a ser maravillosamente adaptado (no oculto mi admiración) por el gran Harold Foster (1892-1982) quien se hará cargo de su adaptación a partir de 1929 en las tiras diarias de prensa y después en la página dominical. Diseñó un personaje según la moda del momento con un estilo realista, con personajes proporcionados al canon académico de dibujo y anatómicamente correctos. Veremos algo característico de los cómics de Foster, y es que no utilizará globos para los diálogos de los personajes que los incluirá junto con la voz del narrador en cartuchos o sobreimpresos en la parte inferior o superior de las viñetas.

Tarzán será dibujado por muchos otros dibujantes y Burroughs no va a perder el control sobre su obra llegando incluso a opinar sobre los dibujantes que iban ocupándose del personaje. Cito otros dibujantes que jugaron con el personaje: Rex Maxon (1892-1973), Burne Hogarth (1911-1996) o Russ Manning (1929-1981) entre otros. Cada uno de ellos aportará nuevas características al personaje y seguirán los relatos escritos por Burroughs.

Hablábamos antes de que los cómics entraban en las casas a través de la prensa escrita. Hablo a continuación de una persona que se autoproclamó inventor del cómic-book: el editor Max Gaines (1894-1947). Gaines era editor y al parecer se le ocurrió recopilar las páginas dominicales, imprimirlas juntas en unos cuadernillos grapados (algo así se hacía a nivel publicitario) y venderlos. Co-creó editoriales como la All-American Publications (que derivará en la actual DC Cómics) y la EC Cómics (cuando las siglas significaban Educational Comics). Cuento esto porque una de las colecciones que editó Gaines fueron adaptaciones de un libro: La Biblia. En los años 40 publicó «Historias ilustradas de la biblia», unos cuadernillos en los que contaba distintos capítulos de la biblia con un estilo de dibujo según los cánones de la época y con representaciones muy blancas de los textos que prácticamente se limitaban a replicar con ilustraciones una interpretación de los textos bíblicos acorde a la doctrina y al mensaje que la iglesia de la época quería dar.

En este enlace podéis consultar varias de estas historias: https://biblepicturestories.wordpress.com/tag/ec-comics/

Algunos tebeos que adaptan obras literarias: religión, mitología, épica y epopeyas

Siguiendo con la Biblia os voy a citar el «Génesis» que publicó Robert Crumb (1943) en 2012. Aquí, el padre del cómic underground estadounidense nos presenta una obra que, aunque va a plasmar los textos tal y como aparecen en la Biblia de manera literal, no nos ofrecerá una adaptación aséptica (imposible, hablando de Crumb, obviamente), sino que nos encontraremos con un tebeo en el que será la fuerza de sus imágenes la que convertirán a este cómic en una versión muy interesante del Génesis, un texto que según lo leemos podemos observar que está lleno de violencia y sexo que el dibujante norteamericano, afincado en Francia, no tapará con hojas de parra.

Crumb seguirá fielmente, como decía, todos y cada uno de los versículos del Génesis. No se saltará ninguno. Comprobado. Los primeros capítulos hablan de la creación del mundo y de los hombres, el arca de Noé, etc. y los últimos capítulos tratará de la prehistoria del pueblo de Israel donde Crumb será capaz de dibujar todos y cada uno de los descendientes de los distintos pueblos de Israel. Este tebeo es un ejemplo fantástico de cómo el texto, por idéntico que sea al de la obra original, dependerá de las imágenes para marcar un discurso propio y generar una obra original y diferente.

No tengo dudas de que la Biblia es uno de los libros que más adaptaciones se han hecho. La siguiente obra literaria está basada a su vez en aquella. Se trata de «El Paraíso Perdido» que escribió el poeta inglés John Milton en 1667. Se trata de un poema clásico de la literatura inglesa que trata sobre la pérdida del Paraíso y la caída de Adán y Eva. La adaptación al cómic que citaré la hizo el ilustrador alicantino Pablo Auladell (1972) en 2015 titulada «El Paraíso Perdido de John Milton» y que le valió el Premio Nacional de Cómic al año siguiente. A través de unas imágenes sugerentes, con un estilo propio del dibujante pero totalmente adecuadas al tema, consigue llevarte al mundo de fantasía de la obra de Milton. Auladell nos regala un tebeo muy personal y con mucha fuerza.

Otro poema épico heroico adaptado al cómic es «Beowulf», poema escrito entre los siglos VIII y XII. Un trabajo fundamental en la historia de la literatura inglesa equivalente, según los estudiosos del tema, al Mío Cid español o a la Chanson de Roland francés.

El comic, que tiene el mismo título de «Beowulf» se editó en 2013 con guion de Santiago García (1968) y con dibujos de David Rubín (1977). Según la editorial (Astiberri) «La versión que proponen García y Rubín sigue fielmente el argumento y la estructura en tres actos del texto original. No pretende ser revisionista, irónica ni posmoderna, sino que ha buscado apegarse al tono y los hechos narrados en el poema, y transmitir con toda su potencia la resonancia épica y melancólica de sus versos a través de los recursos formales del cómic contemporáneo», aun así, la última página del tebeo nos hace un guiño a los lectores para que nos demos cuenta de que hay muchos mediadores entre el poema original y esta propuesta, ya que entre las traducciones del anglosajón al inglés, las interpretaciones de ambos autores y las que después hará cada uno de los lectores hay muchas semillas que ha ido sembrando cada mediador.

Otro trabajo del guionista, traductor e investigador del cómic Santiago García es «La Cólera» (2020) con dibujos de Javier Olivares (1964) un trabajo que pondrá el foco en esa cólera de Aquiles, ofendido por Agamenón, que se narrará en «La Ilíada», epopeya griega atribuida a Homero y escrita en el S. VIII a.e.c.

Este tebeo nos muestra una versión propia y una visión personal de esa cólera para la que los autores emplearán originales recursos en una parte central de la historia en la que conseguirán llevar al lector a otro mundo de una forma que solo García y Olivares podrían hacerlo, una forma que dudo que pudiera reproducirse de alguna manera en literatura o en otros medios como el cine. No cuento más. Tenéis que experimentarlo. Es una gran obra maestra que cuenta con varios premios.

Dos grandes clásicos de la literatura occidental: Miguel de Cervantes y William Shakespeare

Traeré algunos cómics que adaptarán o se basarán en dos obras de estos dos escritores. Ninguna de ellas os dejará indiferente, ya os aviso. Tampoco son nuevas pero representan distintos modos de llevar obras literarias al cómic, que es lo que pretendo.

2005 fue un año en el que, mirásemos donde mirásemos, íbamos a toparnos con cualquier cosa relacionada con El Quijote. Para el quinto centenario de la publicación de la primera parte de «El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha» (1605) compuesto por Miguel de Cervantes (1547-1616) no podía faltar un tebeo de Francisco Ibáñez (1936) quien creó el álbum «Mortadelo de la Mancha» (2005). Una de las formas que se puede abordar la literatura en el cómic es a través de la parodia. En este caso Ibáñez juega con unos personajes y una iconografía conocida por todos (se hayan leído o no El Quijote) para traernos otro cómic de Mortadelo y Filemón.

Uno de los objetivos que buscan las editoriales cuando adaptan o versionan un clásico de la literatura es acercar la historia a los jóvenes, hacerla «amena» y atractiva, por lo tanto, y teniendo en cuenta la tendencia actual en el mercado del cómic, no podía faltar la versión «Manga» de El Quijote. Os muestro una doble página:

Podemos ver cómo se utiliza ese lenguaje propio del Manga, con rostros muy expresivos, con carreras que se desarrollan durante páginas y páginas, en una obra muy resumida, muy frenética, que decepcionará a los jóvenes si esperan encontrarse con un Quijote así en el libro de Cervantes (a pesar de que la novela es muy divertida). Aquí os enlazo una reseña a este curioso trabajo: https://www.eslahoradelastortas.com/resenas-desde-star-city-don-quijote-de-la-mancha-el-manga/

Sobre William Shakespeare (1564-1616) traigo una adaptación al cómic maravillosa de «Romeo y Julieta» (1597), una de las obras más adaptadas del escritor inglés, el tebeo «Romeo y Julieta» (1976) adaptada por los italianos Gianni de Luca (1927-1991) y Raoul Traverso «Sigma» (1915-1993). Este trabajo demuestra cómo el lenguaje del cómic se puede adaptar de manera muy interesante para llevar al medio no solo la historia de Romeo y Julieta, sino la obra de teatro de Romeo y Julieta.

Empleará viñetas-secuencia, es decir, cada doble página contiene una o dos viñetas que, jugando con conocidos recursos del cómic para representar las secuencias, presenta las acciones y los diálogos en el mismo escenario igual que hace el teatro cuyo decorado no cambia hasta que no cambian los actos. Es el teatro hecho cómic.

El género de aventuras

Este género es uno de los más indicados para llevar adaptaciones literarias al cómic ya que es el más habitual en los tebeos prácticamente desde el origen del medio.

En España la Editorial Bruguera publicó la friolera de 270 adaptaciones de obras literarias en una conocida colección llamada ”Joyas Literarias Juveniles” que adaptaban o resumían conocidas obras de la literatura juvenil de aventuras del momento (Stevenson, Verne, Salgari, etc.). Estos tebeos, cuyas portadas (la inmensa mayoría) corrieron a cargo del artista Antonio Bernal (1924-2013) fueron un éxito editorial muy imitado en el extranjero.

Si hablamos de aventuras y de literatura infantil y juvenil no podemos dejar de hablar de ”Moby Dick” (1851) del escritor norteamericano Herman Melville (1819-1891), novela adaptada en numerosas ocasiones al cómic por autores como Dino Battaglia en 1967, P. Guillon y J. Ollivier en 1973 o el propio Will Eisner en 1998. En esta ocasión traigo la versión que harán dos estadounidenses, el dibujante Bill Sienkiewicz (1958) y el guionista Daniel G. Chichester (1964) en el álbum ”Moby Dick” (1990) (editado en España por Astiberri en 2021) de apenas 44 páginas (frente a las más de 500 que pudiera tener el libro de Melville).

Evidentemente, aunque estamos ante una versión muy interesante, no estamos leyendo a Melville… pero ni falta que hace. Me explico: cuando leemos una adaptación no necesariamente se trasladará el estilo del escritor ya que al cambiar el medio (y los mediadores) será imposible hacerlo por lo que hay que entender que las adaptaciones o versiones son obra de quienes las adaptan. Novela y cómic son medios diferentes por lo tanto buscar la novela en el cómic suele tener resultados no satisfactorios. Aconsejo acercarnos al cómic con ojos nuevos para disfrutar de una propuesta siempre diferente.

Las ilustraciones de Sienkiewicz son oscuras y son ideales para mostrarnos la locura del capitán Ahab. En el cómic el texto es abundante en los cartuchos y apenas hay globos de diálogo para aquellas frases más icónicas y necesarias de la novela que aparecerán en el cómic.

Lejos de resumir la historia de la novela, el cómic ”Moby Dicky” de Sienkiewicz y Chichester parece reflejar toda la novela. Obviamente no es así. Si yo tuviera que adaptar «Moby Dick» a esas 44 páginas, tal vez lo primero de lo que prescindiría sería las divagaciones, explicaciones y alardes de documentación que nos presenta Melville en la novela así como las historias paralelas sobre la caza de la ballena a lo largo de la historia o los tipos de ballenas que existen o cómo son las herramientas que usaban los ballenero… Pues sorprendentemente, este tipo de capítulos de documentación (como yo los llamo) también tienen cabida en este tebeo.

El escritor inglés Robert Louis Stevenson (1850-1894) es, sin duda, uno de los autores cuyas historias serán muy pronto adaptadas al cómic de diferentes formas. Una versión muy curiosa de su novela ”La isla del tesoro” (1833) es el manga ”La nueva isla del tesoro” (1947) del japonés Osamu Tezuka (1928-1989). No esperéis encontrar nada del trabajo de Stevenson porque se trata de una versión que cuenta una historia totalmente diferente, aunque sí que hay, al menos, un tesoro que buscar.

El manga comienza con un niño (Pete) que se sube a un barco para, junto con el capitán del barco, buscar un tesoro (cuyo mapa sí que recuerda a la novela de Stevenson). Después pasarán por una isla donde habitan varios personajes entre los cuales está Tarzán (si, como lo leéis). Una historia trepidante, dinámica, que será una de muchas con las que Tezuka sentará las bases de lo que actualmente es el manga moderno. En resumen, no tiene nada que ver con “La isla del tesoro” de Stevenson pero no deja de ser una historia, al menos, curiosa e históricamente relevante en tanto en cuanto nos muestra un trabajo temprano del mangaka más importante del cómic japonés.

Ciencia ficción y distopías varias

Continúo aquí también con otro trabajo de Robert Louis Stevenson. En esta ocasión mostraré dos trabajos diferentes de ”El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde” (1886). El primero de ellos vuelven a repetir Santiago García en el guion y Javier Olivares en el dibujo (tengo cierta debilidad por este tándem maravilloso, lo sé). La edición de Astiberri de “El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde” (2009. Reeditado en 2022) es una adaptación muy personal que nos acerca a esta historia en la que los autores van a modificar la estructura de la novela. En la historia escrita por Stevenson no será hasta el final, en una carta que deja y se lee tras su muerte, cuando se sepa que el Dr. Jekyll y Mr. Hyde son la misma persona que se transforma en uno u otro a través de un extraño brebaje.

A finales del S. XIX, cuando la historia no era ampliamente conocida por todo el mundo, esta estructura generaba suspense al dejar la resolución y la sorpresa para el final. Hoy día, donde todo el mundo sabe esto, dejarlo para el final tal vez no tendría mucho sentido por lo que esta versión de García y Olivares nos ofrece una historia que nos va a colocar en el punto de vista del Dr. Jekyll y Mr. Hyde y no tanto en el del abogado Utterson como en la novela. Una adaptación como esta consigue presentar una versión de este clásico de Stevenson modificando la estructura de la novela sin tocar el argumento, los personajes o los escenarios originales.

Otra versión interesante de esta obra es la que dibujó y adaptó el autor catalán Tyto Alba (1975) en ”Jekyll & Hyde” (2022) quien sí que mantendrá la estructura de la novela y, por lo tanto, no será hasta el final cuando el espectador conozca la verdad de la identidad de Mr. Hyde.

Seguimos con ciencia ficción. Y si creéis que voy a dejar de hablar de trabajos de Santiago García y Javier Olivares os equivocáis porque ahora os mostraré el maravilloso trabajo que han hecho a partir de la novela de H. G. Wells (1866-1946) ”La guerra de los mundos” que tan mal hizo pasar a la población estadounidense la versión radiofónica de Orson Welles de 1938. Bueno, pues García y Olivares nos presentan ”La guerra de los mundos” (2022), que tal y como indican en el interior está ”inspirada” en la obra de Wells. Y es que en este caso ambos autores darán la vuelta al argumento principal de la obra ya que, mientras en la novela son los marcianos los que atacan la Tierra, en el tebeo seremos desde la Tierra quienes atacaremos a los marcianos. Un giro más que original. El tebeo consigue que, al identificarnos con los habitantes de la Tierra, ahora nos estamos también identificando con los agresores y no con las víctimas (como en el libro), lo que hace que empecemos a preguntarnos muchas cosas.

Dentro de las novelas ”distópicas” un esencial es George Orwell (1903-1950) y su novela ”1984” (1949), un clásico adaptado por el brasileño Fido Nesti (1971) en el cómic ”1984. La novela gráfica” (2020) recientemente galardonado con un premio Eisner a la mejor adaptación de otro medio, y no es para menos. El uso metafórico de las imágenes nos presenta de manera única el relato de esta inquietante novela.

Las historias de Franz Kafka (1983-1924) son muy atractivas para quienes las adoptan para el cómic. Sus temas dan mucho juego en el medio. El género fantástico siempre ha acompañado al cómic a lo largo de su historia. Os mostraré a continuación la adaptación de la novela ”Metamorfósis” (1915) realizada por el autor estadounidense Peter Kuper (1958) también bajo el título de ”Metamorfósis” (2003), un tebeo en el que representa, a través de grandes contrastes y con los recursos expresivos propios del cómic, una adaptación muy interesante que refleja perfectamente, por ejemplo, el agobio del personaje al principio de la historia (como vemos en la imagen de abajo) más preocupado por lo tarde que es, que llegará tarde al trabajo y lo que le dirá su jefe, que por su nuevo aspecto como insecto.

Para cerrar este capítulo dedicado a adaptaciones de obras de ciencia ficción os traigo al escritor J. R. R. Tolkien (1892-1973) y a su obra maestra ”El Señor de los Anillos” (1954). En esta ocasión vuelvo a una adaptación o versión desde la parodia y aprovecho para hablar aquí del gran JAN (1939) con una historia de Súper López ”El Señor de los chupetes” (1980) donde el superhéroe español se enfrenta al gran Señor de los Chupetes para conseguir un último chupete más peligroso que el anillo aquel. Divertido, como siempre.

Dos representaciones de la novela realista europea del S. XIX

A continuación compartiré con vosotros dos de los mejores cómics que os voy a mostrar en esta página web (puede que ya lo haya dicho antes con otros. Puede). Dentro del realismo en la novela del S. XIX, en Francia destacó Gustave Flaubert (1821-1880), y una de sus novelas más conocidas es ”Madame Bovary” (1857) que será la obra que tomará la autora británica Posy Simmonds (1945) para la creación de su cómic ”Gemma Bovery” (1999), una verdadera joya como tebeo que nos presenta una personal adaptación de la novela, que no lo es. Simmonds tomará las historias entre los personajes, las tramas, algunos escenarios. Reelaborará el relato original y nos traerá la historia al presente con personajes que tienen nombres parecidos a los de la novela… Además, el propio libro de Flaubert tendrá su protagonismo dentro del tebeo. Una genialidad construida con una combinación muy equilibrada entre texto, ilustraciones y cómic convencional que da como resultado un tebeo poco convencional con una historia verdaderamente atractiva. Precisamente el tipo de cómics que quería mostrar aquí.

De este cómic se hizo una película del mismo título ”Emma Bovery” (2014) que en castellano se tradujo como ”Primavera en Normandía”.

En España, uno de los principales representantes del realismo en literatura es el escritor canario Benito Pérez Galdós (1843-1920). Su novela «Marianela» (1878) tal vez no sea de las más conocidas, pero si es una de las más adaptadas del escritor. En esta ocasión os mostraré una adaptación del también canario Rayco Pulido (1978) titulada «Nela» (2013).

Es un cómic en blanco y negro pero con unas partes en color dorado narrativamente colocado mediante el que Pulido nos muestra las ensoñaciones de Nela, los sonidos que escucha, sus sensaciones… de una manera muy poética. El diseño de los personajes es muy esquemático, lo suficiente como para mostrarnos en trazos sencillos, que no simples, a los distintos personajes con sus complejidades. Por ejemplo, es muy interesante cómo representa al personaje de Pablo que, al ser ciego, es dibujado sin ojos.

Podemos rebuscar los diálogos en el cómic y los veremos tal y como Galdós los redactó en la novela lo que en el tebeo nos va a trasladar a cierto tono propio de la novela realista del escritor pero rodeado de un lenguaje gráfico que suple y casi diría que mejora la, en ocasiones, ostentosa prosa de Pérez Galdós. Una vez más, que los textos sean literales no necesariamente nos trae la voz del escritor, pero si un ambiente determinado que nos llevará hacia la época de la narración.

La estructura de la novela está calcada en el cómic (salvo alguna transposición de un par de capítulos) y los personajes y escenarios han sido respetados por Pulido. Aun así, aunque se siga meticulosamente la historia diseñada por Galdós, estamos ante una adaptación muy personal del autor del cómic quien aportará un toque diferente al final del tebeo. No os voy a destripar nada más.

¿Y algo de literatura más actual…?

Vale. No van a ser muy muy actuales pero traigo, para terminar, tres novelas más recientes: una norteamericana, una europea y una japonesa, para repasar los tres focos de influencia del cómic más importantes.

Una obra europea, la novela del escritor rumano Mircea Cărtărescu (1956) ”Lulú” (1994) será adaptada al cómic por el francés Edmond Baudoin (1942) en un tebeo titulado ”Travesti” (2021) (que es el título original de la novela). Baudoin es un autor mitad pintor mitad dibujante de cómics, que llevará su gestual lenguaje gráfico a una novela compleja en muchos sentidos donde se ha representado muy bien lo onírico y catártico de la novela de Cărtărescu.

Hiromi Kawakami (1958) es una escritora muy conocida en Japón, autora de la novela ”El cielo es azul, la tierra blanca. Una historia de amor” (2001). Es una novela que leí hace muy poco y de la que me gustó la lentitud con el que se van desarrollando poco a poco los acontecimientos. Es la historia de un amor que se va fraguando poco a poco. Despacio. Sabía que la adaptación al manga la había hecho mi admirado Jiro Taniguchi (1947-2017), la leí después del libro, pero es que no se me ocurre otro autor que pudiera trasladar al cómic esos tiempos lentos, esas pausas… Es una novela hecha para que Taniguchi la transformase en la obra maestra que es, que tituló ”Los años dulces” (2008) y que desarrolló en dos tomos, única manera, creo yo, de poder representar esta historia tan pausada que no tiene prisa.

Para terminar, he dejado para el final “Ciudad de cristal” (1985), una novela del escritor estadounidense Paul Auster (1947) que forma parte de una trilogía en la que la ciudad de Nueva York es parte importante de la historia. Esta novela juega con el concepto de identidad en muchos aspectos y nos trae una de las adaptaciones que más interés suscita y mejores críticas tiene de las que os he presentado en esta web.

El cómic «Ciudad de cristal» (2004) es realizado por Paul Karasik (1956) y por David Mazzucchelli (1960), dos dibujantes y profesores de cómic de EE.UU. que realizan una magistral versión que consigue trasladarnos una serie de sensaciones muy similares a las que genera Paul Auster en la novela, y eso es algo muy interesante. No tratan de imitar el lenguaje o ser absolutamente fiel a la novela, sino que creo que buscaban generar esas sensaciones a través de imágenes, metafóricas en muchos casos, que aportan mucho más que una mera ilustración de lo que se está contando el texto.

A modo de conclusión, por ir acabando…

En el cine pasa lo mismo. Vemos una adaptación y rápidamente la comparamos con la novela y decidimos si es mejor o peor que el libro o si es o no es fiel a la novela. Esta puede ser una forma de verlo pero me he dado cuenta, después de leer estos y otros cómics, que tal vez deberíamos ser más tolerantes y por lo tanto más felices si acudiéramos a estas versiones con otros ojos, con los ojos de entender que estamos ante una obra diferente, una obra en la que los autores del cómic también deben hablar. La historia, los personajes, las tramas, los escenarios… son tomados por uno o varios creadores de cómic para realizar otra cosa. Tenemos que ver eso: otra cosa.

Para adaptar una obra literaria al cómic hay que pasar de un lenguaje textual a un lenguaje en el que el texto y la imagen deben agarrarse y bailar juntos. El mero cambio de medio ya supone la necesaria eliminación de algunos elementos de la novela (duración, ritmo, lenguaje, estilo del escritor…) aunque también debemos ver que ganamos otros muy interesantes (imágenes, páginas, color, otro ritmo, otro lenguaje, otra duración…. otro estilo de otro autor u otros autores) lo que, inevitablemente, hace que tengamos en las manos una obra diferente. Es una obra derivada y que sea o no igual que la novela no la va a convertir en mejor o peor tebeo. Así lo veo.

Me he hecho el siguiente gráfico que veis abajo: En la parte superior está la obra literaria y abajo, representado en una línea que se aleja de la obra literaria, los distintos niveles que podemos encontrar entre las posibles obras derivadas, de manera que si estamos ante un tebeo que es un calco de la novela en cuanto a que observamos que ha habido un trasvase de todo (personajes, argumento, tramas, ritmo, escenarios, estructura… e incluso la «voz» del escritor de la novela) yo lo denomino, por ejemplo, «Transposición» (a veces incluso el nombre del autor de la novela aparece en la portada del cómic). Si por el contrario desde el cómic se interviene en los personajes, la estructura, la trama, el tiempo cronológico de la novela o poema, etc, etc, lo denomino «Versión» (me lo he inventado, ¿eh?). En estos casos la voz y el estilo de los autores del cómic es más relevante y se hace notar más. Se hace más evidente o se esconde menos. Estaríamos ante un trabajo, digámoslo así, más de autor. Entre medias de esa línea amarilla horizontal puede haber de todo. Los términos me los he inventado yo, los pongo para ilustrar esta teoría mía (no los busquéis en las descripciones de los tebeos de arriba porque a lo largo de la web uso todas estas palabras como sinónimos en el texto).

En este artículo he hablado de cómics que son una mera transposición de la novela al cómic y otros trabajos que, por el contrario, han creado un tebeo incluso totalmente diferente al libro y no por ello son obras peores ni mejores. Mi primera conclusión es esta: os propongo que veáis las adaptaciones literarias como una obra distinta siempre. Quitadles el lastre de tener que parecerse a papá y mamá.

 

2 comentarios

  1. Yoanna dice:

    Menudo artículo, interesantísimo. Gracias por el trabajo.
    Saludos.

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